Sumérgete en la vibrante tradición artesanal de Guanajuato mientras exploramos las maravillas creadas por manos talentosas que han pasado de generación en generación. ¡Ven y descubre con nosotros los secretos detrás de estas piezas únicas y significativas!

Máscaras

El uso de máscaras y disfraces desempeñaba un papel crucial en la cultura Mesoamericana mucho antes de la llegada de los españoles. Estas máscaras tradicionales tenían variados propósitos, principalmente en ceremonias y rituales, especialmente durante bailes y procesiones.

Desde los albores de la civilización, la máscara ha sido una constante en ceremonias religiosas, y Guanajuato no es una excepción. En esta región, las tradiciones fusionan elementos indígenas y españoles en festividades que destacan ciertas máscaras para pastorela o Semana Santa.

En cuanto al uso del cartón, muchos artesanos, especialmente en Celaya, se dedican a fabricar máscaras zoomorfas y de personajes diversos, como ‘judas’, muñecos y caballos. Estas coloridas y sencillas máscaras son propias de celebraciones como el Carnaval, Semana Santa y Corpus Christi, así como de festividades locales.

Juguete popular

Con la llegada de los colonizadores españoles, los juguetes novohispanos y mesoamericanos se fusionaron, dando origen a una amplia variedad que incluye el trompo, la pirinola, los yoyos, los baleros, figuras de barro o madera y las muñecas de trapo.

Según el libro «El Juguete popular guanajuatense» de Gabriel Medrano Luna, respaldado por «Las Artes Populares Guanajuatenses», se enlistan los juguetes producidos en el estado, abarcando desde cartonería y lámina en Celaya hasta máscaras de la Danza del Torito y juguetes en Silao, y alfarería, juguetes de arroz, cartonería, cantería, forja, orfebrería, juguetes de barro, madera, alfeñique, entre otros, en Guanajuato.

Textiles

En Guanajuato, se produce una amplia variedad de artesanías textiles, como sarapes, rebozos, deshilados, bordados y trajes de charro. Tras la introducción del ganado por los españoles en el siglo XIV, los primeros obrajes locales pudieron abastecerse de lana, dando lugar al auge en los últimos años del siglo XIX en algunos municipios del estado. Surgieron entonces productos como jorongos, cobijas y sarapes, disponibles en diversos colores, diseños y calidades.

Los sarapes de San Miguel son los más reconocidos en la región del Bajío, destacando por su diseño de diamante policromo, la bocamanga con grecas y franjas de colores. También se utilizan los tonos naturales de la lana, que crean matices en gris y pardo. En San Luis de la Paz, los sarapes presentan franjas de brillante colorido y figuras geométricas entretejidas sobre campos lisos y neutros. Esta región también produce cobijas con motivos florales y una textura más rústica.

Alfarería

La palabra «cerámica» proviene del griego «Keramos-arcilla», y «alfarería» del árabe «alfar», ambos aplicables al trabajo alfarero, abarcando cualquier material de arcilla fusionable a una temperatura específica, sin importar la tecnología.


La alfarería de Guanajuato, que produce utensilios cotidianos, es la más difundida y popular. Sus orígenes se remontan a la época prehispánica en Chupícuaro, conocida por su rica y variada cerámica con colores brillantes, iconografía y formas. La alfarería tradicional guanajuatense tiene su origen en una loza cubierta por un esmalte grueso, blanco y brillante, traído por los españoles en el siglo XVI y conocido como Mayólica, a diferencia de la Talavera de Puebla.


Los primeros artesanos de Talavera de la Reina llegaron a la Nueva España, instalándose en Jalisco, Guanajuato, Puebla y Aguascalientes. A pesar de la antipatía de Don Lucas Alamán hacia el Cura Miguel Hidalgo y Costilla, reconoció que la loza desarrollada en sus talleres era mejor que la de Puebla. Sin embargo, la técnica de la cerámica mayólica se perdió en Guanajuato hasta que Gorky González la rescató hace cincuenta años.

Cestería

La cestería es una de las actividades artesanales más antiguas y comunes en todo el mundo, en México contamos con evidencias arqueológicas de la existencia de cestería anterior a la elaboración de cerámica. Consiste en entrelazar fibras duras o blandas para crear objetos diversos, para lo cual se requiere una gran habilidad y un profundo conocimiento sobre los materiales que se utilizan para su fabricación.

 

Durante la época prehispánica, se elaboraron muchos utensilios de cestería, sobresaliendo los petates y los tompetates o tortilleros. 

Latón

En San Miguel de Allende, los artesanos crean diversas piezas de latón, una aleación de cobre y zinc que brilla intensamente. Entre las creaciones destacadas se encuentran espejos, alhajeros, estrellas, angelitos, árboles de Navidad y muchas otras.


El lugar ideal para adquirir estas obras y muchas más es el Mercado de Artesanías, ubicado en el andador Lucas Balderas, a solo 10 minutos a pie de la parroquia de San Miguel Arcángel. Seguramente encontrarás más de una pieza única en este mercado.

Concluimos nuestro viaje por las fascinantes artesanías de Guanajuato, una historia vibrante de la destreza y creatividad de sus artesanos. ¿La inspiración llegó a ti? Entonces, no te pierdas la oportunidad de vivir esta experiencia en persona. San Miguel de Allende y Clandestino Hotel te esperan para completar tu viaje con lujo y comodidad.